El cabello es un claro reflejo de nuestro estado físico y emocional. Un periodo de estrés, el paso del tiempo o la contaminación ambiental causan estragos en nuestro cabello y necesita, en cada uno de esos momentos, un cuidado acorde con las alteraciones que está sufriendo.
Cuidarse el pelo no debe resumirse solo elegir un buen champú o cortarse periódicamente las puntas; es una carrera de fondo. Un cuidado óptimo de tu cabello debe incluir una serie de pasos que tienes de cumplir de manera continuada para evitar problemas como el encrespamiento, la falta de volumen, la sequedad o las puntas abiertas.
Para poder gozar de un pelo sano, brillante y, en definitiva, una buena salud capilar, es importante estar informado sobre qué hacer y qué no.
¿Por qué deberíamos cuidar el cabello?
Cuidar el cabello no es solo una cuestión de estética. Las irritaciones, el picor o el exceso de grasa son algunos de los problemas a los que nos puede derivar un mal tratamiento del cabello.
Si no llevamos un cuidado continuo, es posible que suframos alteraciones como dermatitis, caspa o psoriasis. El cuero cabelludo sensible es más común de lo que pensamos, por ello para reducir sus daños necesitas una rutina para el cabello sensible.
En esta rutina, el objetivo principal debe enfocarse a hidratar el cabello. Para ello, es importante exfoliar el cuero cabelludo al menos una vez al mes y elegir champús sin sulfatos ni siliconas. Los champús con sulfatos eliminan los aceites naturales del cuero cabelludo, lo que estimula la descamación e irritación. Desde Secretos del Agua te recomendamos siempre el uso de cosmética creada a partir de activos botánicos con propiedades calmantes si tienes un cuero cabelludo sensible o hidratantes si tu cabello es más graso.