Desde hace unos meses, vivimos una situación a la que nunca antes nos habíamos enfrentado. El uso de mascarillas y el distanciamiento social ha hecho que se creen abismos entre las personas y hayamos cambiado hábitos tan necesarios a nivel emocional como abrazar a nuestros amigos o familiares.
Pero no solo eso. Nuestra piel se resiente por el uso de mascarillas, y el continuo lavado de manos y la utilización de geles hidroalcohólicos acaban con la barrera protectora de la piel. Hemos aprendido que, en muchas ocasiones, no podemos tener el control de todo lo que nos sucede. Lo que sí está en nuestras manos es cómo decidimos enfrentarnos ante estas situaciones y ponerles remedio.
¿Quieres saber cómo Secretos del Agua puede ayudarte?
El uso de la mascarilla se ha convertido en parte de nuestra rutina, y muchos estáis notando en vuestra piel las consecuencias de su uso prolongado. Desde Secretos del Agua os proponemos una rutina en tres sencillos pasos, según vuestro tipo de piel para combatir los efectos adversos de la oclusión que ejerce la mascarilla en vuestra dermis.
Es muy importante tener una rutina constante de limpieza porque la humedad que provoca la mascarilla y el roce en algunas partes de la cara aumenta el sobrecrecimiento bacteriano, y como consecuencia la piel presenta alteraciones.
Por eso, el primer paso siempre tiene que ser la limpieza. No importa si tienes la piel sensible, seca o con tendencia a generar grasa, siempre hay que limpiar el rostro. Tu mejor aliado será el Capturador Micelar, un limpiador que te ayudará retirar los residuos que puedan quedar en la piel por el taponamiento que provoca la mascarilla.
A partir de aquí tu rutina cambia según las necesidades de tu piel:
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